Sigo abogando por un cambio en la
Sociedad, en sus valores y principios éticos, por una profunda Reingeniería Social y un Modelo Parasitario de Expansión Social que nos conduzca a la mejor versión humana: la solidaria, la
comprometida y la responsable, tanto en grupo como individualmente.
Y sigo con la esperanza de que entre
todos lo conseguiremos. Cada uno con su granito de arena en su día a día. No
son necesarios grandes cambios en nuestros corazones, sino enfocarlos en la
dirección correcta. Tampoco hay que irse lejos para conseguirlo, sino salpicar
a los que nos rodean, para que en ellos también florezca el amor y puedan transmitirlo.