Cuando se trata de juzgar a un
trabajador, se podría pensar que la productividad y calidad de su trabajo es
todo lo que importa. Realmente no
es así. Las percepciones humanas van mucho más allá, son mucho más complicadas, y continuamente enviamos señales sin intención y sin enterarnos.
Estas son las cinco maneras en las que,
inconscientemente, se envían señales sobre uno mismo en el trabajo. Y cómo el
jefe y los compañeros de trabajo pueden interpretarlos.
- ¿Con quién se junta en el trabajo? No importa cuán bueno sea su trabajo, si siempre está dando vueltas con compañeros que sólo hacen lo mínimo, se quejan de todo o no se llevan bien con sus jefes. Es muy probable que se perciba su comportamiento como el suyo, incluso si no es así. Del mismo modo, si usted pasa tiempo con los compañeros de mayor rendimiento de la oficina, es muy probable que se le perciba con una ética de trabajo similar, aunque, realmente, tampoco sea así.