"Todo apunta a que en un futuro cercano no sólo incrementarán exponencialmente el número de usuarios de internet en el mundo, sino que accederán a la red desde un dispositivo móvil". Esta fue la predicción hecha hace unos años por Eric Schmidt, presidente de Google hasta hace unas semanas, que aunque era casi una obviedad en 2008 cuando la escribió, no deja de tener su importancia por venir de quien vino.
“Hemos superado ‘la década de Internet', y el móvil se ha convertido en el centro de nuestra conectividad”, como comenta Antonio Fumero en la introducción del dossier TELOS 83. Y liderando este nuevo entorno se han colocado los smartphones (teléfonos inteligentes), que con una velocidad inusitada comandan el paradigma de la movilidad.
“La flexibilidad, participación, ubicuidad e inmediatez complementan la característica hiperlocalidad de la información generada por los usuarios”, continua Fumero. Y es que “el teléfono se utiliza actualmente no sólo como instrumento de comunicación, sino como herramienta de trabajo y de aprendizaje, para la organización y el control individual, como plataforma para el ocio y la gestión de las relaciones personales, como dispositivo de acceso a las diferentes redes de datos digitales, etc. “ (El teléfono móvil producto estelar de la Red Universal Digital. Francisco Rodríguez Sánchez, Fernando Sáez Vacas y José Miguel García Hervás).
El mundo empresarial no ha querido quedarse en tierra y ya ha comenzado su andadura en este campo, aunque en muchos casos con ciertas reticencias a la pérdida de control, ya que, como apunta Luis Arroyo en su artículo, “en la empresa 2.0 se crea un entorno poroso y abierto, donde los actores, tanto internos como externos, se conectan y colaboran sin atenerse a reglas o procedimientos rígidos. Desde los inicios de la conversión al nuevo paradigma cultural de la empresa, los empleados deben ser conscientes de que, por ejemplo, con la puesta en marcha de un blog sus autores no sólo están escribiendo sino que, y lo que es más importante, mantienen conversaciones con el mercado”.
Sin embargo, un smartphone es una herramienta que nos permite trabajar desde cualquier lugar y a cualquier hora. Es un dispositivo que posibilita mejorar nuestro rendimiento de resultados mediante el uso de diversas aplicaciones de productividad y de comunicación. Como dijo Agustín Acuña Shaadi, Director Mobility Solutions Windows Phone, “el mercado de plataformas móviles tiene un potencial importante para los usuarios que cada vez requieren de más soluciones que les permitan resolver problemas de trabajo en cualquier lugar, tales como firma de documentos en digital y enviarlo al instante por correo electrónico, escaneo de código de barras de cualquier producto estando fuera de la oficina, retratos de documentos que contengan información que deba ser compartida de manera inmediata, todo en un dispositivo".
Cada día aparecen más y mejores aplicaciones para estos teléfonos que, formando ya parte inseparable de nuestras vidas y de nuestra personalidad, nos harán más cómodo nuestro día a día, y el de nuestra empresa. Actualmente no sólo hablamos de responder correos, crear y editar documentos, envío de fotos o publicación de videos, sino que podemos desde pedir un taxi con sólo dos clicks o pagar en las tiendas, hasta administrar proyectos, implementar un Twiter interno para nuestra empresa, crear mapas mentales para un brainstorming colectivo, e incluso convertir nuestro Smartphone en un detector de minas antipersonales, que no es que sea muy útil para los ciudadanos de a pie pero que es un buen ejemplo de hasta dónde llega el potencial de esta tecnología.
La contribución de las comunicaciones móviles ha llegado a todos los ámbitos del ser humano, cultural, social, político, económico. Sin embargo y “dado que no han llegado a la madurez y que serán el punto de encuentro donde van a tener gran parte de las innovaciones que nos esperan en los años venideros, y nos modificarán aún más nuestros modos de vida para hacerlos mejores y más sostenibles”, como afirma Claudio Fiejoo en su artículo en TELOS 84, debemos estar atentos al futuro del binomio comunicaciones móviles-usuarios, porque nuestra calidad de vida, nuestra empresa y el bienestar de nuestra sociedad dependen de él.
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