Con la necesidad de modelar un camino que
reconduzca a la Sociedad a la dignidad y armonía perdidas en los últimos
tiempos, y haciendo un ejercicio de benchmarking
sobre el modelo de expansión económica china, he llegado a esbozar las bases que
nos guíen en el arduo trayecto que tenemos por delante.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjAcSXcxBBZ1iCu_xTMmcxMwy55bo7JEBkFGM88-TDXT7jdfF-NTMaxE0iJNd6OYHVjBvXFwN1j1uoe2AjllubBr7pnzXTE0VULHfj5ajAALDg251fUPtue79LloHY5KC5j6c-Qil9REX0/s1600/Nopodriamiraramishijos.jpg)
En los últimos meses hemos oído versiones de todo tipo sobre la crisis, la economía, los mercados financieros, la prima de riesgo, el euro,… Entre todas ellas, y quizás porque tras estudiar en las Escuelas de Negocio IEN y CEPADE, me han hecho llegar los videos de su Director, el Catedrático de la UPM D. Julián Pavón, he pensado que acoplar el Modelo Parasitario Chino, que nos ha presentado el Sr. Pavón, podría ser una buena hoja de ruta para la Sociedad de Occidente.
El video, con más de 1,2 millones de visitas en YouTube, y
el libro que acaba de publicar “China,. ¿Dragón o parásito?”, nos describen la
expansión económica del nuevo banquero del mundo, y el cambio de era que ha
provocado. Defendiendo, como hago, que cualquier estrategia es aplicable a
otras situaciones, acoplándola al contexto y variables de que se trate, hacer
una especie de benchmarking de la mayor
propagación de una idea en los últimos años puede darnos un buen modelo a
seguir.
La palabra parasito
no debe entenderse como una ofensa para China, sino como el acrónimo de sus
claves de expansión económica: pacífico,
rápido, silencioso y total, como
se relata ampliamente en el libro. Los otros dos modelos de relaciones
internacionales son el simbiótico, en el
que las dos partes obtienen beneficios, y el depredador, que utiliza la fuerza para apoderarse de los recursos
del otro.
El modelo con el que yo me quedo para nuestra Reingeniería
Social, y al que tenemos que aferrarnos y seguir, no puede ser otro que el Modelo
Parasitario de Expansión Social. El simbiótico sería imposible de llevar a cabo dadas las
estructuras políticas y económicas existentes. Y el depredador sería mucho
menos inteligente y efectivo, además de provocar unos daños que no creo que
estemos dispuestos a asumir.
El cambio radical que buscamos debe basarse en estas cuatro
premisas:
- Pacífico: no hay otra manera. Estamos viendo que las guerras no nos conducen más que al dolor y a un mayor odio entre los pueblos. Aparquemos el ojo por ojo de una vez.
- Rápido: el tiempo se nos acaba. La Humanidad no puede continuar con el modelo actual. Tenemos que encontrar la armonía lo antes posible. Y encendida la llama en miles de puntos, como somos cada uno de nosotros, conseguiremos que el fuego se propague a gran velocidad.
- Silencioso: el día a día, el ejemplo y el servicio deben ser nuestras armas. La solidaridad, la dignidad, la conciencia, la responsabilidad, la justicia, la moralidad, la coherencia, la integridad, la ética, la lealtad o el respeto no necesitan levantar la voz para ser oídas.
- Total: la Sociedad entera debe darse cuenta de cuál es el camino correcto. Poco a poco el virus se extenderá por todas partes.
Iniciemos el Modelo Parasitario de Expansión Social cuanto antes. Sólo
tenemos que plantar la semilla en cada uno de nuestros corazones, y la
revolución crecerá como la espuma y más fuerte que un roble. No hacen faltan grandes cambios globales, ni
grandes transformaciones, sólo mirarnos en nuestro interior y entender que la
única manera de cambiar el mundo es renovarnos cada uno de nosotros.
Que bien existes! Estoy totalmente de acuerdo y ya tengo plantada la semilla. CAR
ResponderEliminarMuchas gracias. Ahora a regarla a diario, que se note que hay otra forma de hacer las cosas.
ResponderEliminarDicen que las crisis son oportunidades de cambio. En este caso es una necesidad, y entre todos seguro que lo conseguimos.
¿Alguno más se anima?