19 de octubre de 2010

Tú eliges: quién eres o quién serás.

Aquellos que me conocen saben bien que no creo en las casualidades. Todo lo que nos sucede tiene un por qué aunque no lleguemos a entenderlo. Hace unos años leí una frase, de no recuerdo quién, que define mi forma de verlo: “mi vida ha estado llena de puntos inconexos, que sólo a la vejez logré unir”.
Os cuento las “casualidades” que me han llevado a pasar una noche en blanco y que pienso pueden hacer reflexionar a más de uno.
1.- Pertenezco a la Asociación de Antiguos Alumnos de IEN-CEPADE y estamos preparando una nueva actividad, a la que hemos llamado “En torno a un libro”. Será una tertulia, nada académico, en la que charlaremos sobre un tema concreto de actualidad, elegido a partir de un libro. A ellas invitaremos a un profesional que nos dará su punto de vista y resolverá las dudas. Para la primera reunión hemos seleccionado “Historias curiosas de los negocio”, un libro de Agustí Sala sobre ideas, éxitos y fracasos. Como invitado tendremos la valiosa presencia de Gustavo Mata, consultor y profesor de estrategia de las mejores Escuelas de Negocio, y del que tuve el placer de ser alumno. Aproveché para echarle un ojo a su blog y su última entrada lleva como título “No hagáis nada que no os guste hacer”. Echarle un ojo porque merece la pena.
2.- Soy un aficionado a las series. Cuando trabajaba las veía como entretenimiento, como momento de relajación y de desconexión del mundo, sin tener que preocuparme más que de estar frente a la tele. Desde hace un tiempo he descubierto que en cada capítulo de cada serie hay algún tema, alguna conversación o algún comportamiento digno de analizar y reflexionar, digno de incluir en algún libro de “autoayuda”.  Ayer tocó un capítulo de Bones en el que la protagonista descubre que sus padres fueron ladrones de banco. Tras resolver el caso del día y con la dureza de afrontar el pasado, en la última escena brindan “por lo que somos y lo que seremos”.
3.- La última “casualidad” me llegó cuando en mi correo tenía un mensaje con un link al blog del Grupo Finsi (desconocidos para mi hasta ahora). El post era “Catorce minutos con Mario Vargas Llosa” en el que describe, a partir de un artículo publicado en El Pais, los catorce minutos que pasó Mario Vargas Llosa desde que le comunicaron que le habían concedido el Premio Nobel hasta que se hizo oficial. Lo que me llamó la atención es el consejo que le dio su tío Lucho, que le animó a ser escritor y por el que dejó la carrera de Derecho. Le dijo que no seguir la propia vocación es traicionarte y condenarte a la infelicidad.
Tras (o durante) la crisis y en este mundo en el que nos ha tocado vivir es difícil decidirse por romper con la estabilidad que nos pueden dar nuestro posición actual (puesto de trabajo, situación personal o social), y encaminarnos hacia un futuro incierto, como hizo Vargas Llosa. Yo no seré quien os empuje a ello, pero si queremos empezar a construir el resto de nuestra vida entorno a la felicidad, si queremos brindar por lo que seremos y sentirnos llenos y satisfechos al final de nuestra vida quizás deberíamos comenzar a pensar en ello.
Yo sigo buscando mi vocación…

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